La cuestión de orar, por mucho tiempo ha sido un obstáculo en el cual yo he tenido que prevalecer. No, no es que haya tenido problemas con si debemos orar o no, eso ha quedado claro en la Biblia. Somos instruidos ha siempre orar (1ª Tesalonicenses 5:17) y por todo (1ª Timoteo 6:17). El problema con el que he batallado por muchos años es el de cuándo, cómo, por cuánto tiempo, y por qué cosa orar. Puede que usted no haya batallado con esto, y que piense que soy un tonto. Debido a mi carácter, tiendo a mejorar cuando se me dan reglas a seguir a que cuando se supone que debo trabajar por mi propia cuenta. Por ejemplo, si la Biblia me dijera que yo debería orar, y no da instrucciones de lo que se espera de mí, me confundiría y me frustraría. Esto solo resultaría a que yo ore con menos frecuencia y por menos tiempo. Definitivamente no sería una de mis cosas favoritas de hacer.
Temprano en mi caminar con Dios, aprendí varias verdades sobre el Señor el cual ha transformado mi entendimiento de mi Dios desde ese tiempo. Para que Dios sea un Dios verdadero (por lo menos en mi opinión), cuatro cosas, mínimo, deben de ser verdad:
- Dios debe ser omnipotente (todo poderoso – Mateo 19:26, Efesios 3:20).
- Dios debe ser omnisciente (todo lo sabe – Juan 3:10).
- Dios debe ser omnipresente (capaz de estar en cualquier lugar y en todas partes, al mismo tiempo).
- Dios deber ser perfecto (incapaz de error o falla – Mateo 5:48).
Si incluso solo alguna de las cosas anteriores no fuera verdad sobre nuestro Señor, entonces Él no sería Dios. En este caso, ha como las escrituras mencionadas sostienen, Él es definitivamente el Único Dios Verdadero. Pero, fue el segundo punto arriba el cual me perturbó. Si Dios lo sabe todo, entonces ¿por qué tengo que decirle otra vez lo que Él ya sabe? Por supuesto, eso también creó un enigma para mí. Mire esto, ya que Dios sabe todo, eso significa que Él sabe los que voy a decir antes de que lo diga, ¿verdad? (Mateo 6:32 y Lucas 12:30.) Entonces si no oro, porque creo que Él ya sabe lo que voy a decir, entonces Él también sabe que no lo dije, porque no oré. Pero, si oro para decirlo actualmente, entonces sé que Él ya sabía lo que yo iba a decir que significa que, para empezar, no tenía que decirlo, ¿verdad? Es muy confuso a veces.
Segundo, Su omnisciencia significa que Él ya sabe todo lo que está pasando en mi vida. Ya que esto es verdad, entonces ¿por qué tengo que decirle sobre eso? La Biblia enseña que Dios me ama (Juan 3:16) y que, Él quiere que yo viva en alegría (Juna 16:24). Hasta enfatiza que nada es imposible para Dios (Marcos 10:27), entonces ¿Por qué Dios no solo satisface esas necesidades específicas, sin que nosotros tengamos que orar por ellas específicamente? ¿Habrá algo inherente al orar, o, le gustará a Él escucharnos pedirle cosas, o qué? Ya que Dios lo sabe todo, y Él conoce los deseos de nuestro corazón (Salmos 37:4), ¿por qué no solo satisface esas necesidades, para empezar? De esta manera podemos eliminar toda mendicidad de nuestra parte.
Como creyente, sé que Dios cumple todas mis “necesidades.” Esto significa que cualquier cosa que Dios decida que son mis “necesidades,” Él cumplirá esas “necesidades.” Esto no significa que Él necesariamente cumplirá mis necesidades percibidas (desde mi perspectiva). Digamos que yo le pido dinero a Dios para algún gasto o deseo (diciendo a mí mismo que es una necesidad), y esperando que Él esté de acuerdo conmigo y que me dé el dinero. Dios, en cambio, y sin cuestión alguna, cumplirá la necesidad de aprender paciencia al hacerme pasar por series de situaciones y circunstancias el cual resultaran en el aprendizaje de esa característica. A los ojos de Dios, yo necesito aprender paciencia (Hebreos 10:35-36), para que sea una necesidad que Él supla, aunque yo la pida o no.
Por otra parte, se nos dice que “no tenemos” porque “no pedimos” (Santiago 4:2.) Pero, entonces cuando pedimos por lo que pensamos que queremos, se nos dice que no recibimos porque pedimos con motivos equivocados (Santiago 4:3). Aun así, las Escrituras no entran en detalle a lo que se considera motivos correctos o incorrectos. Recuerde, todos los humanos son egoístas. Nacimos de esa manera. Es nuestra naturaleza. Así es la manera que Dios nos creó. ¿Por qué cree que Adán escogió desobedecer a Dios? Nuestra naturaleza pecaminosa (egoísta.) Entonces, con eso en mente, cualquier cosa y todo lo que quiéranos será empañado por esa naturaleza egoísta. Aunque nos convenzamos de que estamos siendo desinteresados, como quiera será por alguna razón interna, tácita y egoísta. La verdad es que nadie hace algo por nada, siempre tenemos un motivo personal y satisfactorio por el cual lo hacemos. Esa es nuestra naturaleza.
Entonces, aunque juguemos como si Dios no conoce sobre lo que vamos a orar, ¡¿hay algunas ciertas “reglas” que debemos seguir cuando oramos?! Y pensé que solo tendría que abrir mi boca y comenzar a escupir todas mis peticiones y demandas (estoy jugando). Sin embargo, no debe haber argumento alguno que hay “reglas” a seguir. Para comenzar, hay dos”
- Pida o puede que no reciba algo.
- Pida con el “motivo correcto.”
Entonces, vemos en Mateo 21:22 y Marcos 11:24 que ellos nos dicen que tenemos que creer que lo que vamos a recibir por lo que hemos orado. Y, ¿qué es lo que la palabra “creer” significa en ese verso? ¿Significa que debemos saber que obtendremos lo cual hemos orado? ¿Cómo puede saber alguien que algo va a suceder cuando depende en alguien más que lo haga de acuerdo con su propia opinión o perspectiva? ¿Ha usted alguna vez orado por algo que nunca recibió? Yo sí. Puede que haya estado pidiendo de manera equivocada (ahí está, esta es una manera de hacer escusas cuando las oraciones fallan).
Por otra parte, algunas personas si oran “incorrectamente.” Mateo 6:5 básicamente dice que algunas personas les gusta orar en público (eso probablemente significa donde hay otras personas quien escuchan la oración y ven a quien está orando, como en la iglesia, por ejemplo). En vez, el siguiente verso (v.6) nos instruye a orar privadamente (ummm, ¿significa no orar en la iglesia tampoco?) Puede que no. Como quiera, se nos dice que oremos privadamente. De hecho, se nos dice que entremos en nuestro “cuarto de oración” y orar ahí (creo que eso significa que alguien tiene un cuarto privado en el cual normalmente oran.) Continúa diciendo, “Y tu Padre quien ve lo que se hace en secreto, te recompensará.” ¿Significa que nuestras oraciones deben ser secretos?
Si eso fuera así, entonces, ¿por qué nuestro Señor, Jesús, enseñaría públicamente a los discípulos el cómo orar? En los libros de Mateo, versos 9-13 y Lucas 11:2-4 Él les dio un patrón por el cual podrían orar. Como quiera, pienso yo que Él no les dijo que oraran públicamente tampoco. Estaba a punto de escribir que Jesús a frecuentemente oro alrededor de sus discípulos, pero luego recordé que Él se alejaba de ellos para estar solo y orar (por ejemplo, Lucas 22:41). Por otra parte, Santiago 5:14 dice a los enfermos que llamen a los ancianos de la iglesia a que vengan y los unjan y que oren por ellos. Esto, obviamente, no puede hacerse en “secreto.” La oración “secreta” no tendrá el resultado destinado, el consolar a la persona enferma, y escuchar que sus pecados son perdonados.
Aparte de todo lo anterior, parece ser que hay unas cuantas más “reglas.” Parece ser que los discípulos, por lo menos a veces, tenían problema quedarse despiertos durante el tiempo de oración. En el libro de Lucas (18:1), nuestro Señor tenía que reprender a sus discípulos por quedarse dormidos durante el tiempo de oración. ¿Se ha quedado usted dormido durante el tiempo de oración? Yo sí. Muchas veces a lo largo de mis 33 años como cristiano. Hubo veces donde está orando muy bien y de repente choque con un bloque. A lo que me refiero es a algo como “bloqueo de escritor.” Eso significa que alguien que está escribiendo un libro, o novela, o algo por el estilo, llega a un punto donde de repente no puede pensar en la siguiente palabra que debe escribir. Puede que tengan un problema hacia dónde dirigir la historia, que problemas crear para el protagonista, o lo que sea. El punto es que ellos llegan a una pared mental, un bloque. Yo he tenido muchas de esta en mis oraciones. De repente solo me detengo y trato de inventar algo más que se supone que debo decir, pero no puedo pensar en nada. Algunas de esas veces, me he quedado dormido pensando en lo que se supone que debería decir.
Por supuesto, la cuestión es, “¿Debemos nosotros hablar todo el tiempo durante la oración? ¿Sabe usted, sin parar? No es que vayamos a recibir una respuesta audible de parte de Dios, ¿verdad? O, por lo menos, yo nunca lo he escuchado. Creo que, si lo hubiera hecho, me desmayaría del temor, y mis oraciones terminarían ahí comoquiera. Por supuesto que, independientemente de los obstáculos que encontremos durante la oración, se nos urge que no nos demos por vencido al orar (Lucas 18:1). Solo porque frecuentemente no podamos pensar en la siguiente palabra, esto no significa que oremos menos. En vez, se nos urge también que nos apoyemos en el Espíritu Santo por su manutención. Romanos 8:26 y 27 habla de la manera que El Espíritu Santo nos ayudara cuando estemos teniendo problemas al orar. Y a que el Espíritu de Dios vive en nosotros, entonces Su Espíritu en nosotros (quien sabe todos nuestros pensamientos y deseos) habla al Padre directamente y ora por nosotros. Puede que esas veces comencemos a hablar en un lenguaje que no entendamos, pero como el Padre y Su Espíritu Santo si se entiende el uno al otro, ellos saben lo que se está diciendo. Me he dado cuenta de que cuando entro en uno de estos bloques de oración, es mucho más fácil para mí el comenzar a hablar en lenguas, y entregar la oración al Espíritu Santo y dejarlo que hable por mí. El comprende esto del a oración mucho mejor que yo.
Pida al Padre (John 16:23-24)
- Pida o puede que no reciba algo.
- Pida con el “motivo correcto.”
- No ore para verse bien (Mateo 6:5)
- Ore en secreto (Mateo 6:6)
- Al menos que este orando por alguna persona con necesidad (Santiago 5:14)
- Patrón de oración (Mateo 6:9. Lucas 11:22)
- No se dé por vencido en orar (Lucas 18:1)
- No se duerma al orar (Lucas 22:46)
- El Espíritu Intercede (Romanos 8:26)
- Pida al Padre (Juan 16:23:24)